Lolo Bernabé vivía en una caverna muy húmeda junto con su esposa
Brisa. Como era un tipo muy ingenioso, inventó la casa. Pero la casa no
combinaba con las pieles, así que gracias a su ingenio inventó el armario. Pero
hizo tanto lío que Brisa se enojó, entonces inventó el taller. Cómo su hijo se
ensuciaba por dormir en el piso, inventó la cama. Pero como la cama se ensuciaba
inventó una mesa y sillas y una cocina y un baño y el teléfono y…
Era raro, pero cuántas más cosas inventaba Lolo para hacer
más feliz su vida, menos feliz vivía. ¿Qué podría hacer un tipo ingenioso como
él?
Eva Furnari, con la ternura que caracteriza su vasta obra, construye
una interesante fábula sobre el consumismo en que vive inmersa nuestra sociedad.
Las ilustraciones, de la propia Eva Furnari, llenas de humor, complementan
perfectamente el texto.
Un buen punto de partida para reflexionar con los chicos
sobre lo que es realmente necesario.
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