Una entrevista realizada en el 2010 al galardonado escritor Bartolomeu Campos de Queirós, quien falleció en enero de este año.
En un homenahe a uno de los más grandes exponentes de la Literatura Brasileña. Continente Lij, traduce para ustedes esta entrevista realizada por Ecofuturo*. Donde el autor, cuenta por qué sus más de 40 libros publicados se encuentran entrelazadas la naturaleza, la literatura y la educación.
Bartolomeu Campos de Queirós nació en
la ciudad de Papagaio, en el interior del estado brasileño de Minas Gerais.
Peregrino de cuerpo y más aún de alma, viajó por todo el mundo y ahora vive en
Belo Horizonte. O, mejor dicho, él habita en Belo Horizonte, porque vive
volando lejos de todo lo que pueda ser contenido, limitado, etiquetado. –quizás
porque las paredes de la casa de su abuelo fueron su primer cuaderno. Enfrentar
los límites del papel puede haber sido difícil, pero dio como resultado un
escritor premiado*, que sabe envolver como
un regalo la más hermosas, sutiles e indescriptibles sensaciones de lo que es
ser humano; con la paciencia de los que aman la musicalidad de las palabras,
esa que no se puede buscar, que sólo puede ser encontrada por gente sabia y única
como Bartolomeu.
Ecofuturo-
¿En su opinión, dónde y cuándo comienza el aprendizaje de una cultura sustentable?
¿Cómo y por qué la literatura puede contribuir a este aprendizaje?
Bartolomeu - El aprendizaje comienza desde el primer momento de la vida.
Todos somos seres en relación y dependemos del mundo para vivir.
Instintivamente buscamos nuestra sustentabilidad en la medida que ansiamos la
vida. Por eso, todo lo que nos garantiza la supervivencia merece nuestro
respeto y protección. Debemos ser sensibles para participar en esta poesía que
circula entre los elementos que la naturaleza nos da y las transformaciones que
realizan los seres humanos. Vivir es aprender a vivir con los misterios. Entender
que muchas cosas no están al alcance del conocimiento humano nos vuelve cuidadosos de no invadir lo desconocido.
La sustentabilidad está relacionada con el valor que damos a la existencia. La
literatura, al no negar la fantasía, por nacer de la necesidad de preguntar al
lector acerca de las cuestiones que afectan su vida, lo hace más atento y
refinado ante el mundo. La literatura nos abre a otras preguntas. Debemos
comprender su importancia para la construcción de un paso más digno a través
del mundo y la preservación de este mundo.
Ecofuturo - ¿Cómo puede llevar la lectura a docentes y estudiantes a tomar conciencia de su potencial creativo y transformador?
Bartolomeu
- La literatura contribuye a que docentes y estudiantes tomen en cuenta la
importancia de la fantasía en el desarrollo del universo. En la medida en que
reconocemos que toda la realidad es una fantasía que ganó cuerpo, que antes
habitó en la fantasía de alguien que es comprendemos su importancia. La
literatura establece un diálogo con la fantasía del lector. De este diálogo
profundo, ya que la fantasía es lo que hay de más íntimo en nosotros, está
claro que un nuevo mundo surgirá. Es preciso entender que la escuela no puede
ser sólo una entidad consumidora. Debe ser, paralelamente un espacio de
investigación. La fantasía nos garantiza esto. E investigar motivado por el
arte es ir en dirección del afecto, de la belleza.
Ecofuturo - La cuestión de la sustentabilidad se confirma día a día como uno de los pilares de la educación del futuro, pero ¿hasta qué punto un desarrollo sostenible está en manos de la educación?
Bartolomeu
- La escuela no puede ser responsable de todo, ni es su función. Creo que su
trabajo es movilizar al estudiante a elegir su destino a través del
conocimiento y la reflexión. El desarrollo sostenible, para mí, es cómo la
ética. Son comportamientos para ser experimentados, practicados, ejercidos, por
toda la sociedad, pero la escuela, al buscar la formación crítica del alumno, tiene
gran participación en este sentido.
Ecofuturo – ¿Qué es lo que la familia, las escuelas y los educadores pueden hacer para que los niños aprendan a seleccionar lo que es verdaderamente sustentable en sus vidas?
Bartolomeu
– Tanto la familia y la escuela, como toda la sociedad, debe vivir en armonía
con su entorno, haciendo todo lo posible para aprender lo que cada elemento,
cada objeto tiene para enseñarnos. "Leer el mundo" es la
alfabetización más necesaria y compleja, es estar atento, todo el tiempo,
delante de este gran libro sin texto que es el mundo y sus enigmas.
Ecofuturo - Los libros que escribe reflejan un estado de ánimo, un momento determinado de su vida? ¿Cómo funciona la elección del tema que abordará?
Bartolomeu
– Escribir es buscar socios para descifrar el intensidad de los misterios. La
escritura es "no saber" y recurrir al lector para que nos ayude a
descifrar el misterio que abre el
escritor. Cada libro es un momento, es una pregunta, es la búsqueda de una
conversación. Elegir un tema es darle cuerpo a lo que sofoca, es buscar razón
para la fantasía, es darle forma al imaginario. Escribir, siempre digo, es
abrir la puerta sabiendo que el resto del paisaje está en el corazón del
lector. Y más: escribir es tomar posesión de los límites.
Ecofuturo - Vemos en su obra una fuerte presencia de los animales. ¿Cuáles serían los libros que Usted citaría como más representativos de esa influencia? ¿Puede atribuirse esa relación a vivencias de su infancia?
Bartolomeu
- Me gustan los animales. Ellos me intrigan, me cuestionan por su trabajo, por
sus instintos. Tomarlos como objetos de reflexión es sumergirse en grandes
secretos. Me encantan los medios con que todos los seres vivos luchan para
sostenerse a sí mismos. Algunos libros también son también para llevar al
lector a darse cuenta de que todos los nombres son también compuestos. Por
ejemplo: As patas da vaca, Formiga amiga, O pato pacato, Bichos são todos
bichos y Somos todos igualzinhos. Todo nacen de pequeñas observaciones mías
alrededor de la palabra y de la fantasía. De hecho, mi experiencia de un niño del
interior, perdido entre los ríos, los bosques, el silencio me ayuda a que sea
así.
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