Texto: Armin Beuscher
Ilustración: Cornelia Haas
Existen libros en la LIJ que tratan sobre la muerte, son
pequeñas obras maestras que tocan el tema con valor y madurez, cuentos como “No
es fácil pequeña ardilla” de Elisa Ramón y Rosa Osuna, “El pato y la muerte” de
Wolf Erlbruch o “Como si el ruido pudiera a molestar” de Gustavo Roldán. “Más
allá del gran río” se ubica dentro de esta clasificación. La ternura y fortaleza
del texto, el tono alegórico que no oculta la realidad pero nos prepara para
ella, la belleza de las ilustraciones, tanto de los personajes como de los
fondos, todo se conjuga para hacer un libro álbum inolvidable.
Vale la pena realizar un análisis detallado del libro, para
ver cómo se conjugan texto e ilustración, formando capas de sentido de gran belleza y
sentimiento.
La tapa nos muestra el abrazo eterno entre la Liebre y el
Mapache, apenas separados por un tronco de raíz que se hunde hacia el suelo. En
la guarda inicial la Liebre mira un libro y se va pensativa (¿irá a buscar al
Mapache?). En la primera doble página la Liebre y el Mapache se miran, el fondo
son tonos pasteles en amarillo y verde, sin detalles, algunas hojas los rodean
en una suerte de abrazo. La Liebre le dice al Mapache.
–Tengo que hacer un
viaje y no puedo llevarte. Al Pato, al Elefante y al Ratón tampoco.
-¡Oh, no! –dijo el Mapache -.No puedes irte sola. Debemos ir
contigo porque tienes que cruzar el gran río y el río es ancho y profundo.
En la segunda página son las flores las que rodean a la
Liebre y al Mapache. La Liebre, decidida, nos da la espalda: “este viaje tengo
que hacerlo sola. Tu puedes acompañarme hasta la orilla”. El Mapache se gira
para mirarnos, “El Mapache se sentía muy raro”, nos dice el texto.
En la tercera está la imagen de la tapa y contratapa, el
abrazo de despedida. El tronco de la raíz actúa como frontera, las medias que
tapaban las orejas de la Liebre cuelgan de él, son un símbolo del recuerdo de
la vida. “estaría bien que les hablaras de mí al Pato, al Elefante y al Ratón”
pide la Liebre “… y una lágrima de Liebre se deslizó por su cara”
La siguiente página nos muestra el río, ancho, con dos
amarres, se ven hojas flotando, arriba, gotas de agua, como lágrimas. Sin
texto, la ilustración delicada pero hermosa, simboliza la muerte.
En la página siguiente el Mapache está solo sentado en una
piedra, los tonos verdes y amarillos dejan paso a los azules, que rodean la sombra
del Mapache. “Entró en el agua pero no se hundió. Era como si estuviera sentada
en una barca que la llevaba. Pero yo no vi ninguna barca y después la Liebre
desapareció” contaría después el Mapache. “Tenía el corazón roto. Se sentó en
una piedra y lloró…”
La siguiente página es impresionante, el Mapache sentado mirando
hacia la izquierda, recordando, los tonos azules, y la Liebre pintada en lápiz
blanco sentada contra su espalda mirándolo. Y es el recuerdo de la Liebre el
que da fuerzas al Mapache. “…recordó cómo se animaban mutuamente”
En la siguiente página vuelven los tonos amarillos y verdes,
el Mapache está con el Ratón, el Pato y el Elefante. “La Liebre no volverá” les
dice, “¿ha muerto” pregunta el Elefante. “-Sí –contestó el Mapache.” Las medias
de la Liebre, en una botella, acompañan al Mapache.
Los cuatro van a dar una vuelta en silencio, arriba de cada
uno, en lápiz blanco sobre azul, se ven los recuerdos que cada uno tiene de la
Liebre.
En la siguiente página, el Elefante tomó su trompeta y
comenzó a tocar una canción.
“Tocaron hasta muy tarde y el Mapache incluso bailó”, en
esta página los azules rodean el núcleo amarillo y verde de los personajes,
representando la reconciliación con la separación.
La anteúltima página muestra a los personajes acostados.
Mapache abraza la botella con las medias de la Liebre. “¿Tú crees que la Liebre
nos ha oído tocar?” preguntó el Ratón. “Claro que sí” dijo el Mapache. “-Pues
entonces tocaremos más a menudo”.
En la última página vemos el gran río amarillo como en un
amanecer; en el amarre, la botella, como una despedida y un nuevo comienzo.
El libro no se detiene en la alegoría, el gran río es un
símbolo, pero la Liebre ha muerto. Los personajes se enfrentan a ella con
entereza, sufren, aman y de ese amor y esos recuerdos sacan fuerzas para seguir,
para cantar y ser felices.
Aceptar la muerte como una etapa más de la vida, sin
temerla, es quizás el regalo más importante que podemos legarle a un niño, este
libro, como los otros mencionados, nos ayuda en este objetivo.
ISBN: 978-84-261-3374-8
Colección Álbumes Ilustrados
32 páginas
Encuadernado en cartoné
Formato: 21,3 x 31 cm